La palabra vital, o vida que se manifiesta, proviene de la palabra latina vita, que significa vida o Vitalis, de o perteneciente a la vida. La fuerza vital, la fuerza de la vida o el vitalismo es un elemento fundamental y definitorio de la práctica de la naturopatía que se remonta a Benedict Lust a principios del siglo XX y antes como la práctica de la cura natural. “Tratamiento médico terapéutico que se basa en la naturaleza o en el poder propio; un tratamiento que apoya la vitalidad y conduce a la regeneración y la salud, es el método de la cura natural”. La filosofía vitalista reconoce que hay más en los organismos vivos que solo procesos biológicos. Los médicos naturópatas están capacitados en las ciencias anatómicas, fisiológicas y biológicas y también en modalidades de tratamiento que reconocen que la fuerza vital incluye la curación. El principio vitalista entiende que los síntomas de una enfermedad son a menudo los esfuerzos de la naturaleza para restaurar el cuerpo a un estado de salud. Vis medicatrix naturae (la capacidad natural del cuerpo para curarse a sí mismo) es un principio de la naturopatía que reconoce esta capacidad innata de curar. Cuanto mejor sea la condición física, más fuerte será la vitalidad y más posibilidades de recuperación. El tratamiento médico naturopático investiga el cuadro total de la salud de una persona (Tolle totum: tratar a la persona en su totalidad). Nuestro objetivo es ver las áreas que necesitan mejorar y recomendar un tratamiento que apoye el avance hacia una vida o fuerza vital saludable y una salud física más robusta. Esto no significa sustituir un fármaco por una hierba o un nutracéutico, lo que se conoce como "farmacia verde". La nutrición, la medicina botánica, la hidroterapia, la fisioterapia y la manipulación, los nutracéuticos, la acupuntura, la consejería y la homeopatía son modalidades utilizadas para fortalecer la fuerza vital.
Hay formas sencillas de aumentar la vitalidad en tu vida.
Aire fresco, mantenerse hidratado bebiendo agua fresca, comiendo frutas y verduras frescas de temporada y moviendo el cuerpo físico. Una simple caminata puede vitalizar el sistema llevando oxígeno a los pulmones, fortaleciendo los músculos y aliviando el estrés. Podemos comenzar a observar nuestros hábitos de vida diarios y hacer un inventario de aquellas cosas que parecen robarnos nuestra energía o vitalidad, y cambiar esos comportamientos que contribuyen a la mala salud o la enfermedad. Tomarse el tiempo para descansar, dormir y rejuvenecer son contribuyentes positivos para la buena salud y la vitalidad, y la medicina naturopática tiene que ver con Preventare (medicina preventiva). Finalmente, una relación con su proveedor médico Naturopático será el primer paso vital para manifestar una vida saludable e introducir medidas preventivas simples en sus actividades diarias, ya que Docere explica el principio médico como maestro o guía en Medicina Naturopática.